jueves, 12 de mayo de 2016

DIEGO SUÁREZ EN MADAGASCAR

Esto me dice mariajosé 44 en LOS Viajeros
http://www.losviajeros.com/Tips.php?p=2343
" ...me encantó el mar esmeralda en Diego Juarez creo que es lo mejor de todo pero tened cuidado con las mareas, es lo que más me gustó de todo el viaje ..."
Antsiranana, llamada Diego Suárez hasta 1975, es una ciudad en el punto noreste (NE) de Madagascar, en la provincia de Antsiranana, es además capital de la misma. Fue una colonia francesa a los fines del siglo XIX. Diego Soares (en portugúes) fue un navegante quien visitó en 1543 la actual Bahía de Antsiranana, éste fue el motivo para que la ciudad llevara su nombre hasta 1975 en forma oficial. Tiene 67.203 habitantes. En los años 1880, la bahía fue codiciada por Francia, cuyo deseo crear como una estación de carbón para barcos de vapor. El 17 de septiembre de 1885 la reina Ranavalona III firmó un tratado por el que dio a Francia un protectorado que incluía la bahía y el territorio circundante así como también las islas de Nosy-Bé y Ste. Marie de Madagascar.
La administración de la colonia pasó a estar incluida dentro de la de Madagascar en 1896.
Diego Suárez fue uno de los puntos por donde comenzó la invasión de las fuerzas británicas durante la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1942, arrebatándole al régimen francés de Vichy esta importante posesión.
En la costa norte de Madagascar, lo más famoso son la bahía de Diego Suárez, una de las más bellas del mundo, actualmente Antsiranana, y su pan de azúcar. La inmensa bahía de Diego Suárez, espléndida y muy bien resguardada, ha servido durante mucho tiempo de refugio a muchos marineros de todo el mundo y, sobre todo, a los franceses, cuyos barcos hacían escala aquí durante su travesía hacia el océano Índico. No hay ninguno que haya olvidado la bahía y sus alrededores. Al norte de Antsiranana, el cabo de Ambre es el mayor punto septentrional de la isla mientras que al oeste, el Windsor Castle, una impresionante formación rocosa de 391 m de altitud, brinda una vista única de la región. Al sur, el Parque Nacional de la Montaña de Ambre intenta preservar la fauna y la flora autóctona al igual que este macizo volcánico en sí mismo.

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